27-07-2015
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
¿Qué es y cómo se almacena la memoria? son preguntas objeto de estudio en psicología desde hace mucho tiempo y actualmente, existe una amplia investigación sobre el tema de las neurociencias. A nivel personal ¿quién no se ha preocupado alguna vez por tener buena o mala memoria?
La función de la memoria es una de las habilidades de supervivencia más importantes desarrolladas durante la evolución de los animales. Recordar datos como la ubicación de su vivienda y los lugares donde encontrar alimentos sanos para las crías, son ejemplos del uso de mapas cognitivos con un alto valor adaptativo.
A decir de Federico Bermúdez Rattoni, investigador del Departamento de Neurociencias del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, para los seres humanos, el poder memorizar lugares, eventos y rostros resulta fundamental en nuestra vida cotidiana, por ello, la pérdida de capacidad para discriminar entre estímulos familiares y nuevos (memoria de reconocimiento) representa un riesgo para la integridad y funcionalidad de la persona.
El médico y psicólogo, quien se dedica a los estudios de la neurobiología del aprendizaje y la memoria, ha desarrollado una importante línea de investigación en la cual ha estudiado los mecanismos moleculares de plasticidad neuronal, lo que tal vez lo convierte en el más importante investigador en neurobiología de la memoria en México.
Federico Bermúdez-Rattoni estudió simultáneamente las carreras de Medicina y Psicología en la UNAM, después continuó sus estudios de maestría en Nueva York y de doctorado en la Universidad de California en los Ángeles.
Se considera que la memoria, desde el punto de vista neural, es un proceso por el cual el cerebro mantiene representaciones estables de estímulos durante un periodo. En función de la duración de la memoria, esta puede ser identificada como memoria a corto o a largo plazo, explicó el investigador durante nuestra visita a su laboratorio en el Instituto de Fisiología Celular.
Algunos avances recientes en el conocimiento de cambios funcionales y morfológicos relacionados con la experiencia se han centrado en varias regiones del lóbulo temporal en los vertebrados. La memoria es una función del cerebro que permite al organismo codificar, almacenar y recuperar la información del pasado, y surge como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea redes neuronales.
Así, utilizando una combinación de métodos conductuales con técnicas neuroquímicas, farmacológicas y electrofisiológicas, el doctor Federico Bermúdez-Rattoni ha investigado mecanismos neuronales en la formación y evocación tanto de memorias declarativas como no declarativas en modelos animales. Estos trabajos están enfocados en explicar la participación que tienen diferentes estructuras del lóbulo temporal en la formación de la memoria.
El especialista refirió que “gracias a la incorporación y utilización de técnicas innovadoras y de vanguardia como es el uso de microdiálisis in vivo, cromatografía de alta presión y últimamente biología molecular y electroforesis capilar, se ha podido demostrar que diferentes tipos de memorias de reconocimiento podrían estar reguladas por diferentes vías neuronales. Detalló que estos estudios han sido publicados en revistas de alto impacto como Nature Reviews Neurosciences, PNAS, Journal of Neurosciences e Hippocampus”.
Respecto a los trastornos en el funcionamiento de la memoria, dijo que éstos son definidos como síndromes amnésicos, los cuales pueden ser causados por lesiones o enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
En ese sentido, los entrenamientos cognitivos intensos como la lectura de libros y la solución de problemas complejos, pueden reducir o retrasar este tipo de padecimientos.
Se ha confirmado que, para conservar una memoria a largo plazo, es necesaria la síntesis de nuevas proteínas. Diversos experimentos desarrollados en el cerebro han probado que la inhibición de la síntesis de proteínas, mediante la administración de fármacos, interfiere con la consolidación de la memoria, ya que para lograr este proceso, se requiere sintetizar proteínas en ciertas regiones cerebrales, expuso el especialista en mecanismos moleculares y estructurales en la formación y evocación de la memoria de reconocimiento.
Bermúdez-Rattoni y su grupo han demostrado que cuando una memoria es evocada, se inicia una secuencia de eventos para actualizar la información en el trazo de memoria, y estos procesos sólo se inician cuando existe nueva información que va a ser incorporada en la memoria previamente consolidada. Es así que este grupo de investigadores encontró que existen reactivaciones de algunos neurotransmisores después del evento de aprendizaje, inclusive estas reactivaciones se repiten después de la evocación de la memoria, y cuando son bloqueadas la memoria se pierde.
Federico Bermúdez-Rattoni ha publicado más de 140 trabajos, de los cuales 107 están publicados en revistas indizadas, 14 capítulos en libros de circulación internacional, 8 nacionales, 11 de divulgación científica y 4 libros de circulación internacional.
El impacto que ha tenido en la formación de personal altamente calificado se puede medir, además del gran número de estudiantes formados en todos los niveles, por el número de investigadores forjados bajo su tutela y que continúan desarrollando proyectos de plasticidad neuronal y memoria en sus propios laboratorios tanto en México como alrededor del mundo.
INFOGRAFÍA: Sin Memoria no hay Aprendizaje
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