05-11-2014
Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM
Aun cuando podría pensarse que innovación y creatividad son conceptos que van de la mano, esto no siempre es así. A veces la falta de apoyos adecuados hace que la generación de nuevos desarrollos se atrase cada vez más y el rezago sea inminente.
En opinión del doctor Víctor Manuel Castaño Meneses, los mexicanos somos una de las culturas más creativas del mundo; sin embargo, somos poco innovadores y por ende, la tecnología que se produce es limitada.
La generación de tecnología tiene tres componentes fundamentales para que exista una transferencia efectiva hacia el sector productivo: innovación, creatividad y mercado, apuntó.
A México, dice, le hace falta impulsar los proyectos de su gente creativa a fin de alcanzar grandes beneficios en el ámbito tecnológico; y es que solo en contados casos se ha logrado la transferencia tecnológica a los sectores productivos, considera el integrante del Departamento de Ingeniería Molecular del Centro de Física Aplicadas y Tecnología Avanzada (CFATA), de la UNAM.
Para el especialista, áreas como la metalurgia y la industria petrolera han demostrado desarrollos tecnológicos importantes, sin poder llegar a la última etapa del proceso que es el mercado. Esto resulta frustrante, ya que pudiendo ser muy competitivos, no podemos ver que los proyectos tengan un final satisfactorio.
La innovación, insiste, debe asumirse como una política de Estado más allá del discurso y las buenas intenciones. Esto es posible, como en Corea, que en algún momento fue uno de los países más pobres del mundo, con un ingreso per cápita muy por debajo del de México, pero actualmente, obtiene importantes ingresos gracias a la estrategia de su gobierno de impulsar la innovación.
En México, se avanza lentamente hacia la generación de tecnología, se requiere hacer cambios de fondo cualitativos más que sólo cuantitativos que contribuyan al desarrollo de materiales efectivos. A nuestros profesionales, recalcó el ex director del CFATA, les hace falta ser innovadores para crear un extenso mercado en México y otros países porque creativos ya lo son.
En este contexto, recordó en entrevista, el CFATA tiene la misión de contribuir activamente al crecimiento de la ciencia y la tecnología nacionales. Para ello, sus integrantes realizan trabajos de investigación básica y aplicada, así como de innovación tecnológica, menciona el especialista en nanotecnología y desarrollo de nuevos materiales, entre ellos la pintura antigrafitti comercializada por una empresa nacional.
También se encuentra México con cierto rezago en este campo. Hace 20 años producíamos más nanotecnología que China; hoy, mientras en México se producen 500 artículos al año, en el país oriental se generan más de 5 mil. Ante este panorama, difícilmente los podremos alcanzar, pues la tecnología avanza diariamente a pasos agigantados y ellos tienen gran ventaja.
En general, la comunidad científica, particularmente la de materiales, a pesar de ser muy talentosa y creativa, se ha visto lenta en el avance tecnológico. “Hay que trabajar arduamente para que los resultados se vean reflejados por lo menos en el mediano plazo”, consideró el científico.
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