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En espera del cometa del siglo

En su camino al Sol, el brillo de ISON fue más intenso que el del planeta Venus. Foto: NASA.

11-12-2013

Por Naix’ieli Castillo García, DGDC-UNAM




El sitio Comet ISON Observing Campaign de la NASA publicó un texto titulado In Memoriam, en honor del que se pensaba sería el cometa del siglo, C/2012 S1, más conocido como ISON. Este objeto nació hace 4.5 billones de años y murió oficialmente el 28 de noviembre, según la comunidad internacional de especialistas en cometas.

Para ser considerado un “cometa del siglo” ISON tenía que haber sobrevivido a su perihelio, es decir a su punto de mayor cercanía con el Sol, y ser visto a simple vista, por gran parte de la población en los dos hemisferios de la Tierra. Sin embargo los pasados 28 y 29 de noviembre se fragmentó. Los astrónomos aún esperas al que será el cometa del siglo XXI.

El pasado 6 de diciembre, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins fue sede de una reunión de un día en la que los expertos discutieron cuál es el estado actual del núcleo de ISON, lo que se ha aprendido de este cometa desde mediados de año y qué tipo de observaciones después de su perihelio serán factibles y fructíferas.

Características del cometa

ISON es un cometa de los llamados Rasantes al Sol; cometas que en su órbita pasan muy cercanos a esta estrella, a menos de un millón 400 mil kilómetros o menos. ISON transitó a un millón cien mil kilómetros de la estrella, señaló Mario de Leo Winkler, miembro fundador de la Sociedad Astronómica Nibiru de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Explicó que se descubrió que ISON había sido perturbado en su órbita por la gravedad de planetas, muy posiblemente por Júpiter, y que tenía una órbita hiperbólica. Agregó que, debido a que era la primera vez que pasaba por el Sol, a diferencia de los cometas periódicos que han pasado más de una vez resultaba muy complicado predecir qué sucedería con él.

Los astrónomos determinaron que durante su tránsito, el objeto perdía un millón de kilogramos de dióxido de carbono al día y que su color verde lo obtenía por la molécula de carbono que interactúa con partículas solares a altas temperaturas.

De no ser porque su órbita se vio afectada por la gravedad de otros planetas, como ya se dijo muy posiblemente por Júpiter, tal vez, su órbita  hubiera sido de 2 millones de años alrededor del Sol. Además, al provenir de un lugar tan lejano, la Nube de Oort,  el comenta permite explorar de qué están compuestos los cuerpos en esa estructura, de la que se piensa provienen la mayoría de los cometas.

Al comentar los videos obtenidos con las cámaras de la nave espacial SOHO (Solar and Heliospheric Observatory) de la NASA y la Agencia Espacial Europea, Mario de Leo dijo que ISON superó las expectativas en algunos aspectos,por ejemplo, se había predicho que en su camino al Sol su brillo sería tan intenso como Venus, pero el cometa superó al del planeta.

¿Qué sucedió con ISON?

El momento más crucial, señaló el astrónomo Mario de Leo durante su participación en la Semana de los Cometas en UNIVERSUM, Museo de las Ciencias, fue cuando justo llegó a un millón doscientos mil kilómetros del Sol e incrementó su brillo y, aunque en las imágenes de SOHO se vio que sobrevivió a su perihelio, un poco más adelante interactuó con otro material eyectado por el Sol y desapareció, convirtiéndose en una nube de gas y de polvo.

El especialista del Instituto de Astronomía dijo que después del Cometa Lovejoy,  ISON es el segundo cometa rasante que se sabe que sobrevivió su paso al Sol, por lo menos a su perihelio, aunque luego se desintegrara en una segunda interacción.

Si bien, ISON no llegó a ser el cometa del siglo, si permitirá a los científicos conocer mucho más sobre la interacción del Sol con los cometas, gracias a los instrumentos para observar cada uno de los momentos de su acercamiento al astro.

Las observaciones que se hicieron en todo el mundo servirán para estudiar mejor los cometas rasantes al Sol, de los cuales sobreviven muy pocos. Además, dado que los modelos fallaron en sus predicciones, es una oportunidad para que los astrónomos hagan mejores simulaciones en el futuro.

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