01-10-2020
Por Consuelo Doddoli/Elizabeth Cruz, DGDC-UNAM
El tener una mascota y cuidar de ella hace que las personas de la tercera edad estén activas, ocupadas y que se sientan necesarias. Esto influye en un mejor funcionamiento de su sistema inmunológico y en una mejor respuesta de su organismo a los tratamientos médicos a los que se encuentren sometidos, comenta el doctor Hugo Sánchez Castillo, académico e investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Aun cuando el sentimiento de soledad puede aparecer a cualquier edad, es muy común que los adultos mayores lo experimenten. Algunas razones son la partida de los hijos, la muerte de uno de los cónyuges o la jubilación.
El doctor Sánchez Castillo menciona que, de acuerdo con algunos estudios, las personas que son dueñas de por lo menos un perro, demuestran menores niveles de estrés; además, tienen una fuerte conexión social, lo que contribuye al bienestar, tanto físico como mental, de los adultos mayores.
Con frecuencia, los adultos mayores padecen depresión. Cuando las personas están deprimidas y son dueñas de un perro, éste puede ayudarles a enfrentar este trastorno mental, ya que los perros han desarrollado un gran apego por los humanos.
Si un individuo con depresión tiene una mascota, ésta le generará una sensación de compañía, lo cual podría ser un inicio para superar esa enfermedad. Para que esto suceda, es indispensable que exista una conexión entre el perro y la persona.
No obstante, el perro por sí solo no sacará a nadie de la depresión; será indispensable acudir con un especialista y someterse a un tratamiento.