20-08-2020
Por Ma. Luisa Santillán/Jareni Ayala, Ciencia UNAM-DGDC
Anteriormente las edificaciones se realizaban tomando en cuenta el clima del lugar y los materiales que ahí existían. A partir de la Revolución Industrial se empezaron a crear máquinas para calentar o enfriar el interior de las edificaciones, lo cual motivó que se dejara de tomar en cuenta el clima de lugar a la hora de diseñarlas.
“Vemos en todo el mundo, independientemente del clima que se tenga, edificios altos, vidriados, orientados hacia diversos sitios sin considerar el clima, que consumen mucha energía”, explica la doctora Guadalupe Huelsz Lesbros, del Instituto de Energías Renovables de la UNAM.
Destaca que el investigador Olgyay acuñó el nombre de diseño bioclimático para hacer referencia a aquellas eficiaciones diseñadas según el clima del sitio.
Por ejemplo, se recomienda en los climas cálido-seco utilizar ventilación nocturna y el enfriamiento evaporativo; en los climas húmedos, ventilar todo el tiempo.
“Los edificios diseñados con arquitectura bioclimática son confortables porque propician condiciones de temperatura, velocidad del aire, radiación, para que estemos confortables. Y ahorran energía”, concluye.