Alto a la extinción. La frágil existencia de la vaquita marina

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  México posee una riqueza irremplazable: su diversidad biológica endémica. Es decir, especies exclusivas de nuestro país, aquellas que solo viven en territorio mexicano, incluidos los mares. La vaquita marina es una de ellas.

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  Vaquita marina (Phocoena sinus) es el más pequeño de los cetáceos. A este grupo también pertenecen los delfines, las ballenas y las marsopas. La vaquita es una marsopa que en estado adulto llega a medir 1.50 metros.

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  Fue hasta el siglo XX, en 1958, que se supo de ella, gracias a los investigadores Norris y McFarland, quienes a partir de tres cráneos encontrados en playas de San Felipe, Baja California, reportaron la especie que había permanecido oculta a los ojos de la ciencia.

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  Desde hace millones de años, la pequeña marsopa ha vivido en el mar del Alto Golfo de California, en una zona restringida.

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  Su existencia se ha vuelto frágil en las últimas décadas: su ambiente marino ha cambiado debido a la alteración del flujo del Río Colorado, la pesca de camarón, y lo más grave, la pesca ilegal de totoaba, que la ha llevado al borde de la extinción.

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  Las vaquitas mueren enredadas en las redes de pesca porque quedan atrapadas fácilmente por su tamaño pequeño.

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  La población de vaquita ha disminuido críticamente. Un equipo liderado por el biólogo mexicano Lorenzo Rojas de la CONANP y principal estudioso de la marsopa, ha usado técnicas acústicas y visuales para hacer las estimaciones de la población. En el primer conteo realizado en 1997 se estimaron 600 vaquitas. Según los cálculos más recientes, hoy quedan solo 30.

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  Vaquita marina está considerada en Peligro Crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). En tanto, la Norma Oficial Mexicana 059 la incluye entre las especies en Peligro de Extinción.

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  Algunas acciones para protegerla han sido la declaratoria de la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California y Delta del Rio Colorado y la creación del Comité Internacional de la Recuperación de la Vaquita (CIRVA).

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  Aunque México prohibió la pesca de totoaba, pez que también se encuentra en peligro de extinción, élites de China son los principales consumidores del buche, la vejiga natatoria, de totoaba. Un kilo llega a costar hasta 100 mil dólares en el mercado ilegal.

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  Para salvar a las vaquitas de la extinción, se conformó el Programa Vaquita CPR. Con la asesoría de especialistas en marsopas en cautiverio, se propuso ubicar, capturar y llevar vaquitas a un santuario en el Alto Golfo de California. El corral marino El Nido que vemos en esta imagen, donde estarían protegidas.

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  Por desgracia, las primeras dos vaquitas capturadas sufrieron estrés; una de ellas fue liberada y la segunda murió mientras era liberada. El programa fue detenido. La única esperanza es detener la pesca ilegal de totoaba.

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  Recientemente, activistas, científicos, conservacionistas, artistas y población civil realizaron una procesión solemne en la Ciudad de México (17 de febrero de 2018) para llamar a proteger a las 30 vaquitas que aún viven y las muchas especies que están en la misma situación.

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  La vaquita marina es un caso simbólico de los excesos humanos. La extinción es el final de una forma única de vida. Nunca es tarde para mejorar nuestra convivencia con las demás especies en beneficio de todos. Tú puedes ayudar siendo un consumidor responsable y pasando la voz.