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Hacia la Psicología basada en Evidencia

Tercer Coloquio Metropolitano de Neurociencias Integrativas y de la Salud Mental: debate de nuevos modelos de estudio y atención a problemas de salud.

06-12-2019

Por Claudia Juárez Álvarez, Ciencia UNAM-DGDC

“Es un privilegio que podamos reunirnos e intercambiar con expertos de distintas áreas. Creo que el gran desafío es producir aportaciones que sean útiles, no invasivas y accesibles para las personas. Les puedo adelantar los alcances de la termografía, con la que nuestros pacientes han aprendido a descifrar los cambios de temperatura en su nariz, como un indicador de su estado emocional.”

Quien habla es Benjamín Domínguez Trejo, investigador de la Facultad de Psicología de la UNAM, durante el Tercer Coloquio Metropolitano de Neurociencias Integrativas y de la Salud Mental (CMNISM).

El doctor encabeza el equipo que logró reunir en este encuentro a 70 profesionales, estudiantes e investigadores del campo de la psicología, psiquiatría, medicina, biología, ingeniería biomédica y mecatrónica. Todos con una meta común: desarrollar enfoques creativos e iniciativas inter y transdisciplinarias frente a los grandes desafíos en la atención a los problemas de salud.

Técnicas y enfoques innovadores

El dolor crónico e incapacitante, la obesidad en la adolescencia, los trastornos mentales como la esquizofrenia, la depresión, la ansiedad, son problemas de alto costo socio-económico que hoy superan las capacidades de las instituciones de salud.

Estas enfermedades también son un reto para la generación de nuevos conocimientos científicos desde las universidades. Si bien hay destacados aportes, la realidad es que su aprovechamiento en mejores tratamientos para los pacientes, es lento.  

En respuesta, los asistentes al CMNISM promueven nuevos objetivos de tratamiento, revisar la evaluación preclínica y clínica y fomentar el papel activo del paciente frente a su enfermedad. Las neurociencias integrativas —dicen en entrevista para Ciencia UNAM— están abriendo nuevas oportunidades en ese sentido.

La psicología basada en evidencia parecería ser todavía utópica. Pero estas aproximaciones son clara muestra de que está moviéndose hacia una salud mental basada en evidencias, que cruza a veces las fronteras entre las neurociencias, la psiquiatría y la psicología. Muy probablemente en un futuro hablemos de una ciencia integrada de la salud mental”, vislumbra el doctor Gustavo Pacheco, del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Lerma.

Una ciencia que además cambie el enfoque hacia la persona. “Si la ponemos en el centro, si dejamos de concebirla como un actor pasivo —de hecho le llamados “paciente”— y la colocamos como un actor en el centro de las ciencias que atienden a su beneficio, vamos a poder aproximar y proveer realmente de soluciones”, agrega.

Lo mismo opina el doctor Luis Alberto Morales, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), del área de mecatrónica, quien lidera al equipo que desarrolla en México aparatos de termografía.

Gracias a estas aportaciones tecnológicas, los doctores  Benjamín Domínguez y David Rodríguez, junto con su equipo del campo de la psicología clínica evalúan los cambios en la temperatura corporal relacionados con el estado emocional de pacientes sobrevivientes de cáncer de mama.


Estos datos les permiten detectar quiénes se pueden beneficiar de una intervención psicológica y emitir un pronóstico clínico preciso, para continuar trabajando en intervenciones innovadoras para aquellas personas que no logran regular su estado emocional.

Así obtienen evidencias del nivel de estrés, la incertidumbre, el enojo o la angustia, emociones dañinas que los pacientes suelen callar, pero salen a la luz mediante técnicas no invasivas como la termografía.

El ingeniero Morales destaca el valor social de su labor. “El trabajo que venimos realizando son estudios de un problema que a veces no se cuantifica: el costo del dolor, las incapacidades que genera;  nosotros buscamos estrategias de tratamiento sin utilizar fármacos, eso es un gran beneficio para la sociedad porque ayuda a que la persona misma trabaje sobre su problema.”

Fortalecer la colaboración

El Coloquio además promueve las redes de colaboración dentro y fuera de México. El investigador Gustavo Pacheco actualmente es el coordinador en México del proyecto OBETEEN, una iniciativa interinstitucional internacional donde participan la UAM, la UNAM y el CINVESTAV en colaboración con la Universidad de Burdeos y el Centro de Investigación Agronómica de Francia, cuyos avances presentó en el encuentro académico que tuvo lugar el pasado 21 de noviembre.

“Estamos estudiando una etapa poco atendida que es la transición entre la infancia y la adultez: la adolescencia, un periodo crítico y muy sensible del neurodesarrollo. En particular, hemos reconocido que vivimos en un ambiente obesogénico que insulta al neurodesarrollo.”

Quiere decir que la obesidad es nociva para las funciones del cerebro adolescente. “Así como a una embarazada se le protege de no recibir insultos del ambiente, como el consumo de alcohol y tabaco en esa etapa, es de esa misma relevancia que al adolescente se le protegiera de ambientes obesogénicos como la comida alta en grasas y azúcares”. En ese contexto, OBETEEN aborda un problema de gran relevancia en la clínica y en la economía del país.

Otros temas presentes en el CMNISM fueron las técnicas no invasivas útiles en el análisis de estados fisiopatológicos, como la medición de la frecuencia cardiaca que presentó el ingeniero biomédico José Reyes Lagos, de la Universidad Autónoma del Estado de México.

En su intervención Carlos Torner, de la UAM-Lerma describió un estudio sobre los ritmos biológicos en la esquizofrenia, que identificó variaciones en el efecto de fármacos dependiendo de la hora de ingesta.

En tanto, el doctor David Alberto Rodríguez Medina, de la UAM-Iztapalapa y la Universidad Autónoma de Querétaro, sugirió que el diagnóstico biopsicosocial afectivo en una enfermedad crónica no transmisible permite valorar los recursos que posee un paciente y las intervenciones psicológicas  capaces de regular el funcionamiento del sistema nervioso autónomo y la actividad inflamatoria.

El Tercer Coloquio Metropolitano de Neurociencias Integrativas y de la Salud Mental concluyó con el llamado a continuar con las colaboraciones, la discusión de las ideas y la motivación a estudiantes en interesarse en la ciencia de frontera con impacto social, un enfoque que requiere más apoyo por parte del Conacyt, pues uno los mayores retos es el financiamiento.


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