Eduardo Guizar: acercar a los jóvenes a la industria aeroespacial

Eduardo Guizar, ingeniero sinaloense egresado del Tecnológico de Culiacán, reconocido por su trabajo en la industria aeroespacial es un gran apasionado de la robótica, la industria aeroespacial y la educación en esas áreas de la ciencia y la tecnología.

Entre sus mayores logros, se encuentra haber diseñado los motores que van colocados en las ruedas que dan movimiento al robot Curiosity, un rover enviado a Marte por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) en 2011 y que aún este 2019 continúa explorando la superficie de Marte.

Eduardo Guizar ha recibido reconocimientos por parte del Senado de Estados Unidos y del Congreso del estado de California en ese mismo país por sus aportaciones en el área de la robótica usadas en la misión Mars Science Laboratory.

Los motores que diseñó funcionaron tan bien en el astromóvil que se utilizarán en el nuevo vehículo explorador que se enviará a Marte como parte de la misión Mars 2020.

“Esos motores no fallaron en la misión y se volverán a usar en el vehículo de Mars 2020; eso me han dado la posibilidad de tener una colaboración internacional intermitente con la NASA que me permite llevar a cabo proyectos educativos principalmente aquí en México con instituciones tanto públicas como privadas”, señaló en entrevista para Ciencia UNAM.

Sus proyectos van enfocados principalmente a mostrar a los jóvenes que los sueños que tengan sobre el desarrollo de ciencia y tecnología son posibles cuando se tiene entrega y disciplina, incluso si no tienen muchos recursos y no estudian en instituciones privadas con colegiaturas elevadas.

“Hace unos años se podía decir que los jóvenes deberían voltear a ver disciplinas como la robótica o la industria aeroespacial porque eran el futuro, pero ahora ya son el presente. Hoy en día, un país que no esté apostando a que sus jóvenes se involucren en ciencia y en tecnología es un país que no va a progresar”, afirmó.

Satélites de bajo costo

Uno de los proyectos favoritos de Eduardo Guizar es el de los CubeSats. Estos satélites miniatura de bajo costo pueden medir, 10 x 10 x 10 cm, 10 x 10 x 20 cm o hasta 10 x 10 x 30 cm.  Entre sus muchas misiones posibles está tomar fotos de la Tierra desde la estratósfera, monitorear la atmósfera superior, medir la radiación, llevar experimentos biológicos, monitorear migraciones de animales, probar el comportamiento de materiales y equipo y muchas más capacidades.

El ingeniero señaló que en colaboración con universidades y preparatorias ya han puesto en órbita varios de ellos mediante el uso de sondas que pueden subirlos hasta la estratósfera.

“Lo que más me apasiona de poner en órbita estos CubeSats es que el proceso no es tan largo y los jóvenes al ver que un objeto hecho por ellos mismos está en órbita en el espacio “despiertan, rompen su techo mental” y cambian lo que creen que es posible lograr.

Buscar y apoyar el talento mexicano

El científico conversó con Ciencia UNAM durante un viaje que realizó a la Ciudad de México para encontrarse con Adhara Pérez Sánchez, una niña talento que en octubre de 2018 fue descubierta por José Lever, de la oficina de asuntos entre México y Estados Unidos de la Universidad de Arizona, durante la Fiesta de las Ciencias y las Humanidades que se organiza en Universum,  Museo de las Ciencias.

Posteriormente fue invitada a estudiar astrofísica en dicha universidad estadounidense. Aunque el caso de Adhara Pérez es único y especial, el ingeniero destacó que México genera abundante recurso humano y de excelente calidad para la aeronáutica, por lo que invitó a rectores y directores de carreras afines a que apuesten más al talento de los jóvenes mexicanos.