Yolanda Chirino: la investigadora que combina la toxicología y la pintura

Cuando entras a un laboratorio de química donde se desarrollan estudios de carcinogénesis y toxicología de nanomateriales, quizás, lo último que esperas encontrar son rompecabezas de obras de arte enmarcadas en cuadros y las fotografías de todos los estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado que se han formado allí.

Aunque la línea de investigación que se desarrolla en el Laboratorio de Carcinogénesis y Toxicología de la UNAM parecería alejada de las obras de M.C Escher, Ray Bradbury o Isaac Asimov, hay un método para establecer esta simbiosis que la doctora Yolanda Irasema Chirino López, titular de este laboratorio, tiene.

Toma una pintura, se las muestra a sus alumnos y les pregunta ¿que ven? Al principio las respuestas parecen escuetas y limitadas a los personajes, los colores y las formas, pero mientras más observan, las respuestas comienzan a complejizarse.

Algo parecido dice, pasa cuando investigas un problema de toxicología, debes observar, analizar, mirar más allá de lo evidente y hacer las preguntas adecuadas.

Con el paso de los años, ellas y sus colaboradores en laboratorio se han preguntado, entre otras cosas, cuáles son los efectos de diferentes nanomateriales tóxicos usados como aditivos alimenticios o en la fabricación de  aparatos electrónicos y su relación con el desarrollo del cáncer de colon y el cáncer pulmonar en el ser humano.

Entre los reconocimientos que Yolanda ha recibido destacan: la Beca para las Mujeres de la Ciencia, otorgada por L’Oréal-UNESCO 2009; ser invitada a una Reunión con Premios Nobel en el área de Fisiología y Medicina;  ser asesora temporal de la Organización Mundial de la Salud en el año 2018; y el Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de Docencia en ciencias naturales.

Toda historia tiene un comienzo

Hay decisiones que cambian tu vida para siempre. En el caso de la doctora Yolanda Irasema hubieron dos: decidir comprar un libro de química cuando era niña y después, elegir cursar la carrera universitaria de Química  Farmacéutica Biológica.

Para la joven Yolanda, quien desde niña estuvo relacionada con la literatura, escoger un libro de química despertó en ella un muevo interés, por lo que escoger una carrera, entre dos pasiones aparentemente dispares, dependió de sus visitas a las facultades donde conoció  lo que cada una ofrecía.

Visitar laboratorios, asistir a clases abiertas en la universidad y conocer de cerca lo que cada carrera ofrecía fue fundamental para confirmar el deseo por ser Química  Farmacéutica Bióloga.   

Después, entrar al laboratorio del doctor José Pedraza Chaverri y relacionarse con investigaciones en toxicología, la involucró en un área de la química que la acompañaría desde la licenciatura, la maestría, el doctorado, la instancia posdoctoral hasta su actividad profesional actual.

“Durante mis estudios de posgrado analicé mecanismos de toxicidad por fármacos, porque hay algunos antibióticos o antitumorales que causan daño renal; analicé cómo eran esos mecanismos; me interesaba buscar estrategias para seguir usándolos y disminuir sus efectos tóxicos”, narra la académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

De contaminación, nanomateriales y pintura

Continuando su investigación en el área de toxicología, ingresó a una estancia postdoctoral en el Instituto de Cancerología, en el laboratorio de la doctora Claudia María García Cuéllar, donde estudió las partículas suspendidas en el aire que respiramos y su relación con el cáncer en pulmón.

Después de años de preparación ¿qué podía seguir? Ella lo tenía claro: proponer la creación de un laboratorio donde “yo pudiera hacer una combinación de todo lo que había aprendido, aplicándolo en nanomateriales, que son nuevos materiales a los que estamos expuestos ahora y de los que aún no conocemos bien sus efectos”.

A lo largo de su carrera, la doctora ha investigado, entre otras cosas, toxicidad por fármacos, toxicidad por partículas suspendidas en el aire que respiramos y actualmente el impacto que podrían tener los nanomateriales en la salud del ser humano.

Las investigaciones en nanomateriales durante los últimos años se han desarrollado a nivel mundial, porque estos materiales se encuentran presentes en alimentos, cosméticos, productos de cuidado personal, pantallas de smartphones y se han vinculado al desarrollo de diferentes tipos patologías.

Actualmente, el Laboratorio que  dirige la doctora Chirino, realiza investigaciones de algunos nanomateriales como el dióxido de titanio y el dióxido de silicio y su relación con el desarrollo de diferentes tipos de cáncer. Una investigación que se realiza rodeada de imágenes de  Da Vinci, Rufino Tamayo, Diego Velázquez; las fotografías de todos los que han estado allí han esculpido la esencia que actualmente tiene el laboratorio a nivel científico.

• El dióxido de titanio es usado como aditivo alimenticio; se ha encontrado que puede agravar la formación de  tumores en colon, es decir, no causa daños por sí mismo, pero si hay un padecimiento preexistente, puede intensificarlo.