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Hoy es el Día Mundial del Suelo: un hábitat de bacterias productoras de hormonas y antibióticos

El suelo es el hogar de una sorprendente diversidad de microorganismos

05-12-2018

Por Isabel Pérez, Ciencia UNAM-DGDC

El suelo es la capa superficial de la corteza terrestre y es su parte biológicamente activa. Es un recurso natural esencial para la vida y para la producción de otros recursos.

En 2002, la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo propuso celebrar el Día Mundial del Suelo cada 5 de diciembre como un medio para centrar la atención en la importancia de un suelo sano y abogar por la gestión sostenible de sus recursos.

Así, la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en junio de 2013, apoyó de forma unánime la celebración de este Día Mundial como una plataforma para incrementar la sensibilización en todo el mundo.

Pese a que el suelo es tan cercano, ¿te has preguntado de qué está compuesto? ¿Cuántos tipos de suelo hay? ¿Qué organismos lo habitan?  Existe un número incontable de microorganismos que viven en él. Algunos de ellos, como las bacterias, otorgan múltiples beneficios a los demás organismos que dependen del suelo.


Hábitat idóneo 

El suelo es un lugar propicio para las bacterias, de ellas hay millones de especies. Cada uno de los granitos de tierra que hay en el suelo puede albergar distintas bacterias, y aun cuando siempre se ha pensado que estos pequeños organismos son dañinos, no es así.

  • Las bacterias son uno de los grupos clave en la transformación de la materia mineral y orgánica del suelo que contribuye a su fertilidad, así como a la salud de raíces vegetales, del ganado y humanas.

“Las bacterias tienen una diversidad enorme y la mayoría no son patógenas, no nos enferman ni nos hacen daño; participan en transformar las materias del suelo en nutrientes usados por las plantas”, explica María Esperanza Martínez Romero, investigadora del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM.

Así, gran parte de las bacterias son necesarias para los ciclos geoquímicos del suelo y del ambiente. Cabe destacar que otra de las “maravillas” que estos diminutos organismos hacen posible, es que degradan compuestos que nadie más puede degradar. Es así que las bacterias procesan la basura del suelo de los bosques y la convierten en una material accesible a fin de que las plantas puedan reutilizarla”, expone Esperanza Martínez.

Muchas de las bacterias del suelo son capaces de producir unas sustancias llamadas hormonas vegetales. Así como los humanos tenemos hormonas en el organismo, las plantas también las poseen. El 80 por ciento de las bacterias que se adhieren a las raíces de las plantas produce una hormona que estimula su crecimiento, es decir, las bacterias contribuyen al óptimo crecimiento de las raíces que se extienden por el suelo.

Benéficas para el cultivo

De este modo, con raíces más largas, señala la doctora Martínez, las plantas alcanzan mejor los nutrientes del suelo y por lo tanto, su rendimiento es mejor y las cosechas más provechosas.

Por otro lado, existen bacterias del suelo que hacen un proceso equivalente a la fotosíntesis. La fotosíntesis es un proceso que las plantas realizan para fabricar sus propios alimentos a partir de varios elementos que encuentran en su ambiente: luz del sol, agua que obtienen del suelo del ambiente y dióxido de carbono. Hay otros procesos menos conocidos, pero también muy importantes, como la elaboración de biofertilizantes de manera biológica.

Este proceso lo realizan las bacterias cercanas a las raíces de la plantas. El problema es que no todas las plantas tienen un mecanismo para producir grandes cantidades de nitrógeno fijado. Por ejemplo, los niveles de fijación de nitrógeno son bajos para cultivos como el maíz.

La investigadora, quien se ha dedicado al estudio de bacterias benéficas para las plantas, no solo desde un aspecto básico si no también aplicado, señala que plantas como el chícharo, el frijol y la soya, que pertenecen a las leguminosas, tienen en sus raíces unas estructuras llamadas nódulos, en los cuales se albergan unas bacterias muy especiales del suelo cuya principal función es fijar nitrógeno en grandes cantidades. Es por eso que muchos de estos cultivos no requerirían fertilizante, ya que éste se los proporcionan las bacterias.

Creadoras de antibióticos

Para la especialista, las bacterias son un importante reservorio, pues aún con las metodologías modernas basadas en biología molecular genómica, no es posible describir en su totalidad la cantidad que hay en el suelo.

Algunos de los géneros bacterianos con los que trabaja la coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM son: Rhizobium, Bradyrhizobium, Mesorhizobium y  Bacillus, éstos últimas inhiben patógenos, es decir, los causantes de algún tipo de infección.

Contrario a lo que pudiera creerse, los antibióticos no fueron inventados por el humano sino por estos microorganismos con la finalidad de controlar unos a otros; así pues, la producción de antibióticos ocurre en el suelo o en las raíces de las plantas y cuando una bacteria produce esos antibióticos inhibe a las demás para lograr tener el lugar preponderante y así poder crecer y proliferar, detalla la investigadora.

“La vida en el planeta no inició con animales o plantas, sino con bacterias; ellas fueron las primeras pobladoras del planeta y serán las últimas, porque la vida macrobiológica se terminará en algún momento y los sobrevivientes serán los pequeños microorganismos de los que hablamos.”

Este año, el tema del Día Mundial del Suelo es “Sé la solución a la contaminación del suelo”, y justamente los microbios del suelo son capaces de degradar contaminantes que pueden afectar  la seguridad alimentaria y la calidad de los cultivos. Sin suelos sanos no se podrían producir suficientes alimentos para alcanzar el hambre cero. 

  • De acuerdo con la FAO, El suelo proporciona nutrientes, agua y minerales para las plantas y los árboles, almacena carbono y es el hogar de miles de millones de insectos, pequeños animales, bacterias y muchos otros microorganismos.
  • El suelo es donde comienza la alimentación. Compuesto de minerales, agua, aire y materia orgánica, el suelo proporciona el ciclo de nutrientes primarios para la vida vegetal y animal y actúa como una base para la alimentación, combustibles, fibras y productos médicos, así como para muchos servicios ecosistémicos esenciales.
  • El suelo es un recurso natural no renovable - su pérdida no es recuperable en el marco de tiempo de una vida humana. Un centímetro de suelo puede tardar cientos de miles de años en formarse desde la roca madre, pero este centímetro de suelo puede desaparecer en el plazo de un año a través de la erosión.


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