06-09-2017
Por Dánae Villalón, DGDC-UNAM
Los seres humanos evadimos el tema de la muerte porque puede asustarnos o provocar preocupación, por esta razón, muchos de nosotros no hemos considerado cuál será el destino final de nuestro cuerpo una vez que no estemos aquí.
Sin embargo, una opción a considerar es el Programa de Donación de Cuerpos de la Facultad de Medicina; el Dr. Diego Pineda Martínez, responsable del programa, destaca su importancia tanto en investigación como docencia.
Este tipo de programas tienen un alto índice de participación en varias universidades de Norteamérica y Europa; por ejemplo, la Universidad de Maryland recibe al año 1800 cuerpos por donación. En México, la Universidad Nacional Autónoma de México es la única institución educativa que cuenta con este programa, aunque se espera que, en un futuro, todas las universidades en las que se imparte la carrera de medicina cuenten con programas similares
Cada año, la Facultad de Medicina recibe entre 200 y 300 cuerpos que la Secretaria de Salud y el Instituto de Ciencias Forenses prestan a través de convenios, los cuales serán estudiados por alrededor de 1800 alumnos de primer año y 12 000 estudiantes de posgrado.
Los futuros médicos estudian anatomía desde el inicio de la licenciatura. Es importante que desde esa etapa los alumnos conozcan el cuerpo humano tal y cómo es, antes de realizar intervenciones reales.
“Es necesario tener un modelo biológico exacto para que los médicos sepan exactamente a lo que se van a enfrentar” mencionó el investigador.
Entre los beneficios del Programa de Donación de Cuerpos está la posibilidad de explorar nuevas técnicas quirúrgicas que no podrían aplicarse por primera vez en pacientes vivos.
En cuanto a investigación, es posible identificar las características anatómicas precisas en la población mexicana. De igual forma, hay mayor conocimiento sobre la evolución de enfermedades crónico degenerativas porque se realiza un historial médico detallado de los donantes.
El investigador aclaró que todas las prácticas llevadas a cabo en la Facultad, se rigen por principios bioéticos rigurosos para tratar con absoluto respeto el cuerpo de los donantes y cumplir al pie de la letra su voluntad.
Los participantes realizan un proceso de registro que consiste en un pre-registro en línea, una entrevista personal y finaliza con la firma del documento legal de donación y la emisión de su credencial.
Cabe destacar que el programa no interfiere con la donación de órganos: un donante puede participar en ambos programas, tampoco debe interferir con los ritos o creencias personales.
Su logo se compone con las figuras de un hombre y una mujer porque son el objeto de estudio principal de la medicina, un árbol para mostrar que la donación es en realidad vida después de la muerte.
Se utiliza color azul para representar calma, unión, confianza y ciencia; y el color verde para representar esperanza, naturaleza y vida. En un futuro, Se planea sembrar un árbol por cada persona que elija donar su cuerpo a la ciencia.
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