Menos clases de geografía en las escuelas, afecta a la sociedad

El trabajo de los geógrafos ha sido tan importante durante la historia de la humanidad que gracias a él hoy es posible conocer el territorio que ocupa cada país, cuáles son las fronteras que tiene con otros, así como la delimitación de cada uno de sus estados.

No sólo eso, gracias al trabajo de investigación que realizan los geógrafos podemos conocer la disponibilidad de recursos de un país, cómo es la distribución de su población, de sus enfermedades, los tipos de trabajos, las actividades como el comercio, e incluso, en dónde ocurren más accidentes viales.

Para el doctor José Omar Moncada Maya, director del Instituto de Geografía de la UNAM, la geografía y la historia son disciplinas que ayudan a crear un sentido de pertenencia en el habitante, por lo que considera que la reducción del tiempo de enseñanza de la materia de geografía en los distintos niveles escolares está afectando el conocimiento geográfico de la población.

“Desafortunadamente uno de los mayores problemas que enfrenta la disciplina es la reducción en la enseñanza media y básica. Esto contrasta con la globalización, es decir, por un lado, ahora tenemos acceso a información de todo el mundo, pero muchas veces no somos capaces de ubicarla espacialmente. Eso no es exclusivo de México. Se han hecho estudios en diferentes países y el conocimiento geográfico cada vez es menor y eso es grave, porque si no conocemos la forma de nuestro territorio, la distribución de sus recursos y nuestra historia, estamos perdiendo mucho como ciudadanos”.

Historia de la geografía

Dos de las disciplinas que siempre le gustaron al doctor Moncada Maya, desde sus estudios de secundaria, fueron la geografía y la historia. Recorrer el mundo siempre fue una idea que lo atrajo y en ese momento, la única forma en que podía hacerlo era a través de la lectura, sobre todo de libros cuyas tramas eran de viajes o expediciones. Cada uno fue formando su vocación.

Durante la preparatoria descubrió que existía una carrera de licenciado en Geografía que en ese entonces sólo se impartía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Recuerda que años después se impartió también en la Universidad Autónoma del Estado de México y en la Universidad de Guadalajara.

Ya como ayudante de investigador del Instituto de Geografía, y mientras realizaba sus estudios de doctorado, tuvo la oportunidad de cursar parte de éstos en la Universidad de Barcelona en donde conoció al doctor Horacio Capel, geógrafo español, a quien recuerda haber leído durante sus años de estudiante.

Su acercamiento al doctor Capel fue porque originalmente éste se dedicaba a investigación en temas urbanos y de uso del suelo, área en la que quería incursionar el doctor Moncada Maya. Sin embargo, cuando lo conoció, supo que había dirigido sus estudios hacia la historia y filosofía de la geografía. Fue este el punto de arranque de su carrera enfocada a la investigación de la historia de la geografía en México.

“Uno de los problemas serios que tenemos en nuestro país es el desconocimiento de la ciencia mexicana y ese fue uno de los objetivos que me propuse cubrir al estudiar la geografía mexicana del siglo XIX. Decidí que teníamos que recuperar las contribuciones de los geógrafos mexicanos particularmente de ese siglo, quienes hicieron importantes contribuciones al conocimiento del país”.

Así entre los estudios que realizó el doctor Moncada Maya, encontró que hubo instituciones muy importantes donde trabajaron los geógrafos en ese momento, como el Observatorio Astronómico, la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en la Comisión de Límites y en donde lograron establecer fronteras definitivas de nuestro país con Estados Unidos, Guatemala, Belice, y en el Colegio de Minería, lugar de formación de los ingenieros geógrafos de ese entonces.

Como parte de sus investigaciones, encontró que de 1843 a 1915 sólo 18 personas obtuvieron el título de ingeniero geógrafo. Dijo que entre ellas existen personajes destacados que ni los geógrafos en la actualidad conocen, tal es el caso de Francisco Díaz Covarrubias, más reconocido como astrónomo que como ingeniero geógrafo, o José Salazar Ilarregui, quien fue el primero en obtener el título de ingeniero geógrafo y que participó en el grupo de personajes que establecieron la frontera entre México y Estados Unidos.

Destacó que su labor científica trata de recuperar la historia de la geografía en México, a través del rescate de los textos de los personajes más destacados de esa época y la cartografía que elaboraron. Además, el doctor Moncada se ha interesado por conocer cómo estaban los caminos en ese entonces, así como la distribución de los recursos y la población, entre otros.

“La geografía y la cartografía son indisolubles y el mapa todavía es para nosotros un elemento fundamental para expresar nuestro trabajo. Tenemos que hacerle entender al resto de la comunidad académica que el mapa no es una ilustración, sino un producto de investigación”.

Reconocimiento y actualización

Desde hace 40 años, el doctor José Omar Moncada Maya forma parte del Instituto de Geografía de la UNAM, al cual ingresó primero como ayudante de investigador hasta ser actualmente su director, lo cual es el mayor reconocimiento que ha tenido en su carrera académica

El Instituto de Geografía es uno de los mejores de Iberoamérica. Sin embargo, espera impulsar su internacionalización a través de una mayor proyección de las investigaciones que ahí se realizan.

En su opinión, uno de los principales retos para la enseñanza de la geografía es fortalecer la presencia de esta disciplina en la enseñanza básica e incluso en la preparatoria. Además de que a nivel universitario se deben actualizar los planes y programas de estudio que permitan al estudiante enfrentar la realidad cambiante del país y del mundo.

“Cuando estudié había países que en la actualidad ya no existen. Ahora ha cambiado la geografía del mundo, aparecen nuevas naciones y desafortunadamente sabemos muy poco de ellas. Para la enseñanza, es importante esta actualización de temas pero también la incorporación de nuevas tecnologías, el uso de información geográfica y de imágenes de satélite que ya se está volviendo cada vez más común en la enseñanza universitaria”, concluyó.