18-10-2011
Por Sacbel Monsiváis Molina, DGDC-UNAM
Es necesario impulsar la elaboración de mapas de vulnerabilidad acuífera de los cuerpos de agua subterráneos del país –o acuíferos–, con el fin de que las autoridades encargadas del manejo del agua en México elaboren proyectos de explotación del líquido vital y de desarrollo urbano mejor planificados. Así lo recomienda un estudio publicado durante el 2010 en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental.
Los mapas, señala la investigación, permiten zonificar –y al mismo tiempo visualizar gráficamente– el riesgo de contaminación al que pudieran estar sujetos los acuíferos (como manantiales, ciénegas y pozos), debido a las actividades humanas.
En coincidencia con este estudio, Alfredo Palazuelos, especialista en producción agrícola sustentable del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) en Michoacán, sugiere en su trabajo realizado en la ciénega de Chapala de ese estado, que los mapas serían una valiosa herramienta para prevenir la contaminación del agua subterránea, y así preservar y garantizar la adecuada calidad del agua que se suministra para el consumo humano.
Lo anterior adquiere relevancia dada la creciente amenaza de contaminación a la que están expuestos los acuíferos del mundo a causa de la urbanización, el desarrollo industrial, las actividades agrícolas y la minería, así como por la explotación excesiva del líquido, expone por su parte Marnie González, especialista en administración integral del ambiente del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), en Baja California.
Un ejemplo de la aplicación de estos mapas es el caso del manantial “Cotija-Los Reyes”, ubicado dentro del Área Natural Protegida (ANP) “Chorros del Varal” en el estado de Michoacán, donde el mapa de vulnerabilidad reveló zonas del ANP como de “alta” y “mediana” vulnerabilidad a la contaminación.
La relevancia de los resultados obtenidos en este estudio, titulado Vulnerabilidad acuífera como herramienta de política ambiental para la protección de manantiales en Michoacán, México, publicado en la Revista Internacional de Contaminación Ambiental, llevó a la Secretaría de Medio Ambiente y Urbanismo del estado a incorporar los mapas de vulnerabilidad al Programa de Manejo de “Chorros del Varal”.
Lo anterior derivó en la ampliación del territorio del área protegida que tiene influencia sobre el manantial “Cotija-Los Reyes”, con el objetivo de reducir el impacto ocasionado por las actividades humanas.
En este estudio participaron investigadores del CIIDIR en Michoacán, el Instituto de Geofísica de la UNAM y el Colegio de Posgraduados, Campus Montecillo, Estado de México.
Dicho trabajo se basa en el concepto de vulnerabilidad acuífera, el cual hace referencia a las características de los acuíferos que los hacen susceptibles de ser afectados por los contaminantes circundantes.
A partir de tal concepto, los investigadores dividieron el manantial “Cotija-Los Reyes” en pequeñas áreas o cuadrantes, y en cada una estimaron un índice de vulnerabilidad.
El índice de vulnerabilidad lo calcularon sumando las características de dicho acuífero, a las cuales les asignaron previamente un valor numérico según su importancia en la evaluación de la vulnerabilidad. Estas características, llamadas en el estudio “factores”, van desde la profundidad del acuífero, el tipo de suelo que le rodea, los procesos de recarga de agua, la forma del terreno y la capacidad del acuífero para impedir el paso de los contaminantes.
Según el estudio, el valor que obtuvieron del índice antes descrito determinó el grado de vulnerabilidad, o peligro de contaminación, al que está expuesto cada cuadrante del manantial “Cotija-Los Reyes”, en relación a cada uno de los factores considerados. Además establecieron varios grados de vulnerabilidad, que abarcaron desde el “extremadamente alto” hasta el “muy bajo”.
Con esta información, los investigadores construyeron los mapas del índice de vulnerabilidad de cada factor. Después, superpusieron estos mapas para elaborar el mapa de vulnerabilidad acuífera, en el que ya es posible visualizar en conjunto todos los factores y detectar así las áreas del manantial “Cotija-Los Reyes” más sensibles a la contaminación.
En el caso de este trabajo, los investigadores afirman que el mapa de vulnerabilidad es un valioso instrumento de planeación que pretende garantizar la adecuada administración “Chorros del Varal” y, por ende, la permanencia a largo plazo de sus recursos.
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