Fernando Alvarez: descubridor del crustáceo primitivo más mortífero

Su pasión por la biología marina lo ha llevado a explorar lugares remotos y hallar especies que nunca imaginó que existieran. En una cueva de la Riviera Maya, Fernando Álvarez Noguera distinguió un crustáceo con mezcla de gusano, que resultó ser el primer  crustáceo venenoso del mundo.

Se trata de Xibalbanus tulumensis, el crustáceo más primitivo y el único mortífero que ha conocido la ciencia hasta ahora de las 70 mil especies existentes. Se sabe que es venenoso porque se le ha visto atacando a sus presas con dos apéndices bucales que funcionan como colmillos y que a su vez, están conectados a unas bolsas de veneno ubicadas en alguna parte de su organismo.

Este crustáceo en forma de gusano, encontrado por Álvarez Noguera en el año 2000, es parte de la fauna de la que podría ser en el futuro la cueva más grande del mundo. Ubicada entre Tulum y Xel-Ha, esta caverna posee diversas “rarezas” científicas como son sus sistemas costeros y anquihalinos, menciona el integrante del Instituto de Biología de la UNAM.

Una especie que podría explicar mucho

Xibalbanus tulumensis, detalla el biólogo, es un remipedio y pertenece a un grupo de crustáceos endémicos de la Península de Yucatán. Esta especie, es el eslabón que une a los crustáceos con otros grupos de gusanos, y por su origen primitivo, equivale a encontrarse con un dinosaurio vivo. En eso radica la importancia de estos organismos.

“Ésta es una de las investigaciones más importantes que he desarrollado y en la que aún sigo trabajando”, refiere Fernando Álvarez. Menciona que estos remipedios representan una conexión entre toda una línea de organismos hacia los artrópodos.

Según los análisis realizados sobre el veneno de este gusano-crustáceo, indican que se trata de un veneno muy especial porque es muy primitivo, con una mezcla única de toxinas y enzimas. “Un organismo como éste es la clave para muchas investigaciones, pues de él podrían derivar diversos temas de estudio”, subraya.

Y es que se tiene la hipótesis de que a partir de organismos como este remipedio, surgieron los primeros insectos en sistemas dulceacuícolas. Los insectos son crustáceos alados que se han originado a partir de este tipo de organismos.

Su importancia es tal, agrega, que sin él no podría explicarse una fase del tiempo evolutivo entre él y un grupo de organismos como los insectos.

Habitantes de cavernas

El especialista en biología de crustáceos e interacciones parásito-hospedero en sistemas marinos,  ha descrito, junto con otros investigadores, varias especies nuevas de la cueva de la que estudia un transecto de 12 kilómetros del sistema Ox Bel Ha, un conjunto de oquedades subterráneas que pasa por debajo de Tulum. Se trata de cavernas que se originaron hace un millón de años debido a los cambios del nivel del mar.

En esta zona, hay muchos organismos interesantes desde el punto de vista científico; por alguna razón se ha convertido en un refugio de fósiles con vida que han sobrevivido a cambios durante muchos, pero muchos años.

Uno de los propósitos de bucear por estas aguas, explica, es ver el grado de conectividad entre todas las secciones y conocer las relaciones de los organismos que ahí habitan, pues las cuevas de este ramal se encuentran aisladas unas de otras; esto contribuye a que haya diversificación de especies y que al mismo tiempo, se multipliquen, concluyó.