La mujer de las Palmas y otros vestigios del origen del hombre en América

El proceso de colonización del continente americano fue muy complejo. Se cree que hubo migraciones provenientes de distintas partes de Asia y que al llegar a América se enfrentaron a procesos que las diversificaron y permitieron que algunos grupos humanos se adaptaran y sobrevivieran, otros desaparecieron.

De acuerdo con Alejandro Terrazas Mata, investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, es probable que el primer poblamiento sólido importante del continente americano haya ocurrido entre hace 17 y 15 mil años.

En México hace más de una década inició un proyecto conjunto entre el Museo del Desierto de Saltillo, la Universidad de Heidelbeg, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México para analizar los restos humanos encontrados en cuevas sumergidas en Quintana Roo, los cuales son una aportación importante para el conocimiento del origen del hombre en América.

Los primeros vestigios hallados hace 11 años por los investigadores mexicanos daban una datación de 11, 600 años, lo que en ese momento los convertía en los más antiguos del continente. De ese entonces a la fecha han hallado en total ocho individuos. El mejor conservado es la mujer de Las Palmas, de la cual se hizo una reconstrucción facial en Francia.

El doctor Terrazas, explicó que este hallazgo es muy importante porque han descubierto que eran individuos con morfologías similares y diferentes a otros restos humanos hallados en el continente americano, además de que posiblemente conformaban una población.

Primeros pobladores

Hablar sobre cómo se pobló el continente americano y quiénes fueron sus primeros pobladores siempre es un tema polémico, porque existe más de una teoría para explicarlo. Sin duda, los hallazgos en las cuevas de Quintana Roo han aportado nuevos conocimientos científicos sobre este asunto.

Existen dos teorías principales sobre este poblamiento. La primera habla de una entrada muy temprana al continente americano de hace 30 a 40 mil años, aunque otro grupo que también la apoya señala que América se pobló hace 17 a 20 mil años, cuando las condiciones del clima permitieron, durante un breve tiempo, pasar los casquetes de hielo de la región de Alaska y los humanos habrían podido ingresar al continente.

“Pensamos que es muy probable que estas sean las fechas de los primeros ingresos, es decir, que si ocurrió un poblamiento hace unos 17 mil años fue muy escaso, tuvo un peso demográfico muy pequeño y entró poca gente al continente en ese momento”, explicó el doctor Terrazas Mata.

La segunda teoría, apoyada por un grupo de arqueólogos estadounidenses, es la conocida como Clovis First; propone una cuenta corta de ingreso de alrededor de 12 mil años, además señala que la primera industria que se originó en América fue la Clovis, que es una tradición de herramientas líticas que se caracterizan por puntas de proyectil con base acanalada.

Cabe destacar que en este proceso de colonización lo más al norte que se han descubierto restos es en la Isla Príncipe de Gales en Alaska, en donde se hallaron dientes humanos e industrias líticas que datan de 13 a 15 mil años. Por el contrario, en el extremo sur se descubrieron restos en la Patagonia de casi 13 mil años de antigüedad.

Adaptación a nuevas condiciones de vida

Existen dos teorías sobre cómo se adaptaron los primeros hombres que ingresaron al continente americano. Una de ellas es apoyada por antropólogos físicos, quienes señalan que los primeros pobladores provienen del sur de Asia, cruzaron por el estrecho de Bering y llegaron a América.

La otra visión, apoyada por genetistas, es que se trataba de grupos procedentes de Siberia, del norte de China o de la región del lago Baikal, es decir, del norte de Asia, que evolucionaron, desarrollaron ahí sus características y luego poblaron el continente americano.

El antropólogo Terrazas Mata señaló que una vez que el hombre ingresó a América, desplazarse hacia el sur del continente pudo no ser tan difícil. Explicó que pudieron hacerlo a través de grandes planicies con un medio ambiente más o menos similar o por la costa del Pacífico apoyados de navegación y explotando recursos tanto costeros como del interior.

Es probable que a partir de lo que hoy es México pudieron tener complicaciones para adaptarse, pues justo en nuestro país es donde inicia el trópico americano y se encontraron con ecosistemas que nunca habían visto, por lo que tuvieron que cambiar de economía y de técnicas de subsistencia.

Asimismo, en Centroamérica tuvieron que adaptarse a nuevas enfermedades tropicales para las que no estaban preparados. “Pensamos que esto implicó un cuello de botella, es decir, que muchísimos de estos primeros pobladores no pudieron haberse adaptado a esas condiciones; solo ciertos grupos pudieron pasar a colonizar este trópico e ingresar finalmente a lo que hoy es Colombia, Venezuela y de ahí extenderse hacia toda Sudamérica”.

Agregó que en esa época tuvieron que adaptar su sistema inmune, estatura y dieta, entre otras cosas. El doctor Terrazas comentó que esto se sabe porque en Norteamérica los restos de más de 8,000 años de antigüedad son muy diferentes entre sí. En cambio, en Sudamérica restos de regiones tan distintas como Brasil, Colombia e incluso la Patagonia son parecidos.

“De Colombia para abajo la diversidad se redujo. Si en Norteamérica tenemos cinco o seis diferentes morfología, en Sudamérica solamente tenemos dos, se redujo mucho la morfología; pensamos por eso que hubo un cuello de botella y que algunas poblaciones nunca llegaron tan al Sur”.

Terrazas Mata concluyó que el poblamiento de América fue muy complejo, además de que las primeras poblaciones tuvieron que adaptarse a las condiciones locales. “No solo hubo una ola migratoria, sino que continuamente había movimiento de Asia a América y viceversa. Siguió entrando gente a Sudamérica y moviéndose de esta zona hacia Norteamérica y esto mantuvo una cierta unidad genética”.