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Museo de la Luz, 25 años de divulgar la ciencia

En un cuarto de siglo, el recinto recibió 25 millones de visitantes.

22-11-2021

Por Naix’ieli Castillo, Ciencia UNAM-DGDC

El 18 de noviembre de 1996 el Museo de la Luz de la UNAM abrió sus puertas al público. A lo largo de un cuarto de siglo de historia esta institución recibió 25 millones de visitas de personas atraídas por el conocimiento sobre la luz.

Con motivo del 25 Aniversario del recinto, se llevó a cabo el conversatorio Luz y nuevas tecnologías transmitido a través del Facebook Live del Museo de la Luz, desde donde un grupo de especialistas de diversas disciplinas destacaron la relevancia de la luz para todas las actividades humanas.

“Es importante entender la importancia que tiene la luz desde la ciencia, desde la tecnología, la innovación, las emociones y desde el arte. Esta transversalidad que tiene la luz es lo que hemos destacado en nuestro museo”, señaló José Ramón Hernández Balanzar, director de este espacio museográfico.

La luz no es solamente la que es visible para el ser humano, precisó el doctor Rufino Díaz Uribe, investigador del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), quien realiza trabajos en el área de óptica visual.

Además del espectro visible, la luz es toda una gama de frecuencias o “luces”, que no vemos. Los científicos poco a poco han ido conociendo estas ondas de un espectro, algunas de estas son la luz infrarroja, la ultravioleta, las microondas, las ondas de radio, señales de televisión, radiación térmica, entre otras.

El instrumento óptico más maravilloso

El ojo humano es un órgano óptico maravilloso que permite enfocar desde objetos cercanos como una flor hasta las estrellas lejanas y distingue miles de colores.

El especialista dijo que la historia de la ciencia muestra que la evolución hizo que viéramos las frecuencias que se encuentran en el pico de la radiación solar. El ojo humano es sensible a estas, pero hay organismos, como las abejas, que ven la luz ultravioleta.

El promotor de la enseñanza de la óptica señaló que el estudio y conocimiento de la luz ha permitido desarrollar instrumentos que mejoran nuestra calidad de vida desde los más cotidianos como hornos de microondas, el radio, la televisión y los celulares, hasta otros instrumentos sofisticados como tomógrafos, telescopios y radiotelescopios.

En las novedades en tecnología relacionada con la luz destacó el lanzamiento del nuevo telescopio espacial James Webb y los láseres de femtosegundos que permiten estudiar fenómenos que ocurren en lapsos increíblemente pequeños de tiempo, por ejemplo hacer tomografía del cráneo de una hormiga.

La salud y los ciclos de luz y oscuridad

En el mundo de la medicina se tiene conocimiento de que la luz participa en la regulación de los sistemas hormonal, circadiano y conductual.

En su oportunidad el doctor Julio Sotelo Morales, jefe de la Unidad de Neuroinmunología del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) detalló parte de estos mecanismos.

El reloj circadiano (que se basa en los ciclos de luz y oscuridad) está relacionado con la liberación de melatonina, síntesis de dopamina, liberación de GABA (el químico que se encarga de inhibir al sistema nervioso), la amplitud de las ondas beta cerebrales y la expresión de genes de opsina y rodopsina, los cuales están relacionados con aspectos conductuales, emocionales y la recepción ocular del color.

No menos sorprendentes son los avances en el desarrollo de tecnología para el diagnóstico a partir del uso de la luz. Destacó la creación de la tomografía computarizada y la tomografía por emisión de positrones que permite mapear y observar lo que ocurre en un cerebro en acción.

“Con estas tecnologías, ahora es posible hacer una cartografía del cerebro, en donde se puede tener una mejor aproximación al funcionamiento de este órgano”.

Por otro lado, en la terapéutica, la comprensión de la luz láser permitió el desarrollo los equipos para la cirugía ocular computarizada, la cual es altamente precisa y ha revolucionado la oftalmología. 

Otra aplicación revolucionaria son los equipos de radioterapia para el tratamiento eficaz y preciso de algunas neoplasias, señaló el investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Luz, componente inseparable de las artes

Al participar en el conversatorio, el Maestro Albino Luna Sánchez de la Asociación de Artistas Plásticos de México (ARTAC) dijo que la luz es el componente inseparable de las artes plásticas y las artes visuales y no solo influye en los procesos naturales sino también en el desarrollo de las civilizaciones. 

Cada diferente tipo de luz cuenta con cualidades distintas: luz incandescente, un filamento a alta temperatura; luz neón, un tubo de gas ionizado; luz laser, emisión de luz coherente y luz led, diodo emisor de luz. La bioluminiscencia es la producción de luz por parte de organismos como las luciérnagas, algunos peces o bacterias. Este fenómeno también ha sido aprovechado por artistas para crear obras fascinantes.

Entre las creaciones artísticas recientes con luz se encuentra el arte holográfico, el arte digital, el arte luminoso y lo más novedoso: el arte con drones sincronizados.

Señaló que la asociación de Artistas Plásticos ha colaborado con el Museo de la Luz han colaborado para llevar a cabo el programa  A todas luces que cuenta con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

“Cuando realizamos este trabajo con niños de escuelas primarias el proyecto era realizar murales con algún tema de los talleres demostrativos sobre la luz. Los niños querían saber qué era la luz negra y los pigmentos fluorescentes. Los niños se sorprendían de cómo una luz que “casi no se ve” hacía brillar enormemente los pigmentos fluorescentes”.

Es una referencia real de lo importante que es dar una explicación desde edad temprana de los fenómenos que nos rodean, destacando la relación entre el arte y la ciencia en un lenguaje entendible, señaló el artista.

José Ramón Hernández Balanzar, director del Museo de la Luz, dijo que, en el conversatorio quedó de manifiesto como la luz y todos sus fenómenos han contribuido a la formación de diferentes saberes como la medicina, la ecología, la astronomía, el cambio climático y la contaminación lumínica por mencionar solo algunos.


En el marco del 25 Aniversario del recinto, el físico recordó los diversos espacios que han albergado el Museo de la Luz. Su primera sede fue en el Centro Histórico en el ex convento de San Pedro y San Pablo. La siguiente sede fue en el patio del colegio de San Ildefonso. Finalmente en 2019 inició la construcción del nuevo recinto, en la ciudad de Mérida, en Yucatán, estado del sureste mexicano.

“Por primera vez el Museo de la Luz tendrá un espacio diseñado especialmente para divulgar los avances científicos y tecnológicos en torno a la luz y contará con una arquitectura vanguardista y una propuesta museográfica novedosa.”


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