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Enfermedad de Huntington, un mal que se manifiesta en la edad productiva

Esta enfermedad hereditaria provoca alteraciones motrices y parálisis de los músculos de la boca.

12-11-2021

Por María Luisa Santillán, Ciencia UNAM-DGDC

George Huntington caminaba junto a su padre cuando vio a un par de mujeres con la enfermedad de Huntington (EH), claro que en ese momento ésta aún no se llamaba así, sólo observó como ambas hacían muecas, se retorcían e inclinaban. Ese día, dijo, inició su interés por esa enfermedad.

Él no fue el primero en describirla, pero se considera que su artículo On chorea, publicado en el Medical and Surgical Reporter, fue el primero que explicó de forma completa qué era, pues destacó que tenía un carácter hereditario, que estaba relacionado con problemas psiquiátricos como locura, la neurodegeneración e incluso el suicidio, y que se presentaba en la edad adulta.

Antes de ser denominada como EH, la enfermedad se conocía como Corea, palabra que etimológicamente viene del griego danza o baile. Se tiene registro de esta Corea desde la Edad Media y se cree que a América llegó en el siglo XVII directamente de Europa.

En la actualidad, se considera que la enfermedad de Huntington es una patología degenerativa del sistema nervioso central. Quien la padece manifiesta una mutación en el gen HTT o gen de la huntingtina, la cual es una proteína que en condiciones normales favorece funciones celulares esenciales, relacionadas con el transporte y comunicación en las neuronas. 

“Sin embargo, en las personas con esta mutación, la huntingtina sufre una modificación tal, que hace que pierda esta función reguladora y promueva alteraciones a nivel celular que van a llevar a las neuronas a la muerte”, explica el doctor Abel Santamaría del Ángel, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.

Primeras manifestaciones

La EH se diagnostica en uno de cada 10 mil habitantes en poblaciones abiertas y es totalmente hereditaria, de forma autosómica dominante, es decir, que se hereda de un cromosoma y que con una sola copia de la mutación ya es posible causar la enfermedad.

El doctor Santamaría explica que la mutación se ha identificado en el brazo corto del cromosoma 4, al tiempo que ocurre un deterioro gradual en el sistema nervioso. Esto afecta la región del cuerpo estriado que se ubica debajo de la corteza y que se encarga de recibir información de diversas regiones cerebrales para integrar funciones como la motricidad.

Así durante la etapa de desarrollo de la EH los pacientes presentan alteraciones motoras, en las gesticulaciones y marchas aberrantes, es decir, cuando están caminando pueden cambiar de rumbo o mover mucho su cuerpo, además de que se levantan y se sientan de forma constante.

También pueden presentar disartria (dificultad para hablar por parálisis de los músculos de la boca) y disfagia (dificultad para comer), hasta que con el progreso de la patología hay una falta de movilidad.

“Muchos de estos pacientes tienen una gran pérdida de peso por la incapacidad de deglutir los alimentos. En este sentido es muy importante decir que ellos no mueren por la enfermedad de Huntington, sino por las complicaciones asociadas a la misma”, puntualiza el responsable del Laboratorio de Aminoácidos Excitadores del INNN.


Diagnóstico con pruebas genéticas

Esta enfermedad neurodegenerativa aparece durante la etapa productiva de las personas, es decir, entre los 35 y 40 años, por lo que éstas ven mermadas muchas de sus expectativas de vida y aunque existe un diagnóstico que se realiza a través de pruebas genéticas, aún hay dilemas sobre si las personas que podrían tener la mutación quieren o no saberlo.

“Sí se puede diagnosticar si la persona, que es descendiente de una familia con esta afectación, puede o no sufrir la enfermedad, el grave problema es que seguimos en la controversia de si la persona en cuestión debe o no saber si trae la mutación, porque ello implicaría algunos aspectos éticos o dificultades en cuanto a la interpretación de su propia vida, de su existencia”, puntualiza el doctor Santamaría.

Gracias al diagnóstico, si una persona quiere formar una familia y es portador de esta mutación, gracias a estas pruebas genéticas es posible saber si el bebé traería esa carga genética y si es así, bajo determinadas condiciones, se le pueden recomendar otras opciones.

  • La probabilidad de que uno de los dos padres tenga la mutación en el gen de la huntingtina y se la transmita a sus hijos es del 50%. Por ejemplo, si en una pareja uno es portador y el otro no, y tienen 4 hijos, es muy probable que dos desarrollen la enfermedad y los otros dos no, pero su descendencia sí puede llegar a hacerlo.

Investigación en Huntington

Con el descubrimiento del sistema CRISPR, involucrado en la edición genética, se ha pensado en utilizarlo como una herramienta para tratar la enfermedad de Huntington, al respecto el doctor Santamaría del Ángel señala que, aunque puede ser una opción, aún existen rigores éticos que considerar.

“Es una alternativa muy aplicable al caso de la enfermedad de Huntington, debido a su naturaleza completamente hereditaria, sin embargo, todavía necesitamos hacer algunas reflexiones y adaptaciones a este tipo de estrategias.”

En el Laboratorio de Aminoácidos Excitadores que dirige en el INNN han tenido como objetivo de encontrar alternativas terapéuticas experimentales para diversas enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la de Huntington.

Han trabajado en modelos experimentales con animales, en los que estudian alteraciones motoras y un tipo de deterioro cognitivo, parecidos a los del Huntington, con el fin de tener evidencias bioquímicas de la muerte celular selectiva de la región alterada.

También han trabajado con cultivos celulares en donde estudian las alteraciones producidas por las toxinas que puedan estar involucradas en la enfermedad. Así, han encontrado que algunas vías metabólicas se ven afectadas y pueden participar en la formación de toxinas que se ubican en el cerebro y pueden tener predilección por las mismas neuronas que se están muriendo en la enfermedad de Huntington.

Entre las investigaciones más recientes que realizan en torno a Huntington se encuentra el empleo de cannabinoides, los cuales han demostrado varios beneficios en algunas enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo, a nivel del control de la motricidad.

El especialista explica que en el Huntington se tiene una gran oportunidad al ser una enfermedad hereditaria, ya que si se sabe que una persona podría padecerla y desarrollar ese deterioro tan pronunciado en su sistema nervioso, se le podría tratar con medicamentos hechos a base de cannabinoides, que reduzcan algunas alteraciones asociadas a la enfermedad y que eventualmente pudieran hacer más lento el proceso de degeneración neuronal.

“Una de las características de la enfermedad es la excesiva actividad excitatoria. Es decir, por una actividad continua excitatoria, las neuronas de esta región pueden estarse muriendo y la transmisión glutamatérgica tiene mucho que ver con ello. Entonces, la bondad de los estudios con el sistema cannabinoide es que hay una regulación de la excitación neuronal y, en consecuencia, disminuye el riesgo de que éstas mueran por esta excitación excesiva”, concluye el investigador.


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