10-09-2021
Por Laura García/Beatriz G. de Velasco, Ciencia UNAM-DGDC
Con el auge de las redes sociales, el aumento del acceso a internet, la información y los datos que se generan ha crecido exponencialmente. El problema del Big Data es tratar de analizar grandes cantidades de información en el menor tiempo posible.
“Siempre se ha necesitado explorar y analizar información para tomar decisiones. Pero los tipos de datos han variado a lo largo del tiempo; antes eran datos estructurados, ahora son semiestructurados y no estructurados, como imágenes o correos electrónicos”, comenta la doctora María del Pilar Ángeles, coordinadora de la licenciatura en Ciencia de Datos, en el Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas de la UNAM.
Frente a la evolución de los datos, la calidad de los mismos es fundamental ante la rapidez con que se generan, el procesamiento de la información, el incremento en la capacidad de almacenamiento y la posibilidad de realizar análisis más complejos.
La especialista explica que cuando la información es de baja calidad porque está incompleta, no está actualizada o los datos son incorrectos, se corre el riesgo de hacer predicciones equivocadas y tomar malas decisiones. Si bien, explica, no todo depende de la tecnología, pues el factor humano puede llevar a que se capture mal la información, lo que afectaría el resultado.
Por otro lado ¿qué pasa con la seguridad de la información que publicamos en redes? ¿y nuestra confidencialidad?
“La gente debe tener conciencia de todo lo que está publicando. Es imprescindible que sepan que tienen derecho a que sus datos sean confidenciales y a decidir si se utilizan para análisis o publicación en otros entornos”, alerta la investigadora.