05-03-2020
Por Ma. Luisa Santillán/Jareni Ayala, Ciencia UNAM-DGDC
“El fin del trasplante es la acción terapéutica para ayudar a semejantes que lo requieren. Por ejemplo, quien tiene una insuficiencia renal, hepática o cardiaca; aquel que necesita un trasplante de córnea o alguien que haya sufrido una quemadura y que necesite un trasplante de piel”. Adalberto Poblano, Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra),
El doctor Poblano destaca que es importante que todos, sin excepción, podamos expresar nuestra manifestación de ser o no donadores y si decidimos serlo se recomienda compartirlo con la familia, porque son justo los familiares quienes en el momento del fallecimiento van a apoyar y a respetar la decisión de la persona que decidió donar.
El proceso de donación solamente se puede llevar a cabo en hospitales de segundo o tercer nivel de atención; es decir, en unidades médicas de alta especialidad, que cuenten con médicos especialistas y que deben estar registrados en el Centro Nacional de Trasplantes.
La normatividad en trasplantes en México es regida por la Ley General de Salud, la cual establece los criterios de asignación: compatibilidad, antropometría, factibilidad, oportunidad del trasplante, antigüedad en la lista de espera, pruebas de histocompatibilidad, entre otros. Cruzar esas pruebas serológicas entre el receptor y el donador para identificar a la persona más idónea para recibirlo, lleva todo un proceso.