¡Pterosaurios a la vista!

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  Hace 110 millones de años en el Cretácico había una playa en donde hoy se localiza la comunidad rural de San Juan Raya, dentro de la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán en el estado de Puebla.

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  Este sitio es muy conocido en todo el mundo por ser un yacimiento en el que continuamente se realizan hallazgos de fósiles animales y vegetales.

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  En 2010 los habitantes de San Juan Raya realizaron un importante descubrimiento al lado de un lecho de río: una pared de doce metros de largo y aproximadamente ocho metros y medio de altura cubierta por pequeños huecos.

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  Originalmente esta pared no se encontraba en posición vertical como hoy en día. Los investigadores de la UNAM suponen fue parte de un islote o la orilla de una playa.

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  Muchos cambios geológicos han ocurrido desde que en esa playa quedaran marcadas las pisadas de los pterosaurios hasta convertirse en lo que hoy es el semidesierto poblano y, sin embargo, las huellas permanecieron.

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  Las huellas de tortugas, cocodrilos y los pterosaurios (reptiles voladores) se pudieron conservar como icnitas gracias a que ocurrió una desecación, que depositó un limo, lodo muy fino, que rellenó los huecos dejados por las pisadas.

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  Las icnitas son cualquier tipo de huella o señal de actividad biológica que dejan los seres vivos. En la pared que encontraron y mostraron los habitantes de San Juan Raya al paleobiólogo Raúl Gío y su equipo, se identificaron 174 icnitas de reptiles y pterosaurios que vivieron en el Cretácico.

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  Como parte del trabajo de campo, los investigadores de la UNAM establecieron la exacta localización del sitio con GPS.

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  Después procedieron a limpiar de vegetación la pared para poder observar la disposición de las huellas en el muro.

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  Realizaron un registro meticuloso de las huellas para posteriormente sacar moldes de yeso para preservar una copia.

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  Anotaron las medidas de cada una de las huellas, incluyendo profundidad, largo y ancho y distancias entre una y otra.

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  Se numeraron para hacer un esquema de la distribución de las huellas y los rastros para posteriormente analizarlo.

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  Una huella proporciona información sobre el tamaño, el peso y la forma de moverse del animal. Aquí podemos observar una huella de pterosaurio.

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  El doctor Gío señala que se cree que cuando los pterosaurios descendían del vuelo, primero posaban sus patas traseras, también llamadas pes, de las cuales encontraron sus huellas.

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  La investigación aún continúa. La información obtenida será analizada en el laboratorio y se publicarán los resultados.

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  El hallazgo de esta pared cubierta de icnitas ayudará a los paleobiólogos a explicar y describir lo que ocurrió en esta localidad hace millones de años.