GALERÍA FOTOGRÁFICA: anillos de los árboles, memoria del tiempo

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  La dendrocronología es una herramienta que sirve para fechar, a través de los anillos de crecimiento de los árboles, acontecimientos ambientales del pasado, como incendios, plagas, sequías, procesos geomorfológicos. La imagen muestra una sección transversal de Pinus hartwegii de ~300 años en el centro de México.

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  Una muestra de árbol nos puede indicar, además de la edad, los distintos eventos que lo afectaron, como un incendio, el cual se puede observar en la supresión abrupta de los anillos. En este caso la imagen nos muestra una sección de Pinus hartwegii, obtenida en el Cofre de Perote, con 8 cicatrices de incendios, los cuales ocurrieron en un periodo de 200 años.

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  Además de los anillos de crecimiento, en un pedazo de tronco podemos identificar el duramen, que es la parte más oscura de la madera y que ya está inactiva, y la albura que es la parte más clara y que todavía está activa. En la imagen una muestra de Juniperus monticola de ~500 años de edad.

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  Muestras de madera temprana y madera tardía. La primera se forma durante la primavera (banda clara) y sus paredes celulares se ven delgadas y la segunda en el verano (banda obscura) y tiene paredes celulares gruesas. Al analizar la muestra se debe tener cuidado de no confundir las paredes con anillos falsos o perdidos que no se formaron por limitaciones climáticas. En esta muestra los anillos falsos se observan como líneas delgadas de color café oscuro.

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  Con el fin de analizar procesos geomorfológicos en distintas regiones volcánicas del centro de México, investigadores del Instituto de Geografía utilizan el método de fechamiento a partir de los anillos de crecimiento de los árboles, los cuales han sido impactados por flujos piroclásticos, lahares, caída de rocas y ceniza, entre otros.

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  El trabajo de campo consiste en colectar muestras de distintos árboles, tanto vivos como muertos. Además, es importante tomar muestras de árboles sanos, pues sirven como parámetro de referencia para fechar los árboles que sí tienen algún disturbio geomorfológico. También recaban datos de localización y de las características del árbol y del lugar en donde se tomó la muestra.

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  La muestra se toma con barrenos Pressler de diferente longitud y diámetro, según el árbol. La barrenadora, se introduce a éste hasta llegar al centro y con una cuchara se extrae la muestra en donde se verán reflejados los anillos de crecimiento. Este método es el menos agresivo, pues sólo genera pequeños orificios en el tronco, los cuales pueden sellarse con resina.

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  Las muestras de árboles muertos se toman con una sierra eléctrica, la cual se utiliza para cortar una sección completa del tronco. Con este tipo de muestra se obtienen grandes beneficios, pues hay mayor visibilidad de los anillos y es posible identificar más disturbios en ellos. Estas muestras se colectaron de individuos muertos de Juniperus monticola, al sur del volcán Iztaccíhuatl.

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  Muestra dendrocronológica vista en un microscopio estereoscópico conectado a una platina de fase deslizable, micrómetro y a una PC con programas dendrocronológicos para contar los anillos y conocer la edad del árbol.

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  En las imágenes observamos flujo piroclástico del 22 de enero de 2001, al norte del volcán Popocatépetl. Este evento quemó a más de 190 árboles de Pinus hartwegii, lo que modificó el límite superior del bosque.